Esta mantecada cuenta la historia de un padre amante de la mantecada y una hija pastelera, que se sientan a tomar unas buenas onces de mantecada y chocolate caliente.
Recién horneada la mantecada se sirve en la mesa para tomar las onces.
Ya se ha partido las porciones de mantecada una para el padre y otra para la hija.
Mientras el padre ya se ha tomado su primer sorbo de chocolate caliente.
La hija toma el primer bocado de mantecada.