Constituye el testimonio fotográfico de las marcas y vestigios que los migrantes dejaron en su camino hacia un sueño, que nos permite ver lo que sus ojos atestiguaron en esos albergues de camino que los acogieron, en su mirada desconsolada que busca desesperadamente una luz de esperanza, en esos espacios temporales que los reconfortan momentáneamente y en las rutas que recorrieron para nunca más volver.