Arnau Navarro Cusachs
Photography
LCI Barcelona
CARAS SECRETAS DE BARCELONA (2024)
En este proyecto se realizará un viaje por la ciudad de Barcelona explorando sus historias más secretas.
01. Fontana
En esta localización se encuentra, en lo alto de la entrada de uno de los túneles, el símbolo de la Gran Metropolitana de Barcelona. Fue diseñado por el artista Joan Miró en 1970. Aunque fue reemplazado más tarde por un nuevo logotipo, el diseño original de Miró todavía se conserva en esta estación de la ciudad. Si visitas la estación Fontana, podrás ver el legado artístico y cultural que contribuyeron al diseño y la identidad visual única del metro de Barcelona.
02. Filatelia
Los vecinos de la finca número 131 de la calle Balmes descubrieron que durante las obras de rehabilitación de la fachada aparecieron cuatro placas de cerámica reproduciendo cuatro sellos postales antiguos. Se trata de un recuerdo de la antigua filatelia que ocupó el local años atrás.
03. ASTER
Hoy en día aún se puede observar una cúpula en lo alto del número 71 de Passeig de Gràcia. Aunque actualmente está abandonada, a mediados del siglo XX se situaba ahí la Agrupació Astronomica Aster de Barcelona. En 1957, un equipo de aficionados utilizó esta instalación para lograr un hito significativo en la historia de la astronomía amateur europea. Fue en ese año cuando captaron y grabaron el característico ‘bip bip bip’ del primer satélite puesto en órbita de la historia, conocido como el satélite Sputnik.
04. El Corte Inglés
En Carrer Fontanella, en la fachada de El Corte Inglés, se encuentra una antigua ventana. El propietario de la casa fue Isidre Sicart i de Torrents que, en 1867, encargó al arquitecto Pau Martorell la construcción de un edificio. Tan buena fue la acogida por parte de los inquilinos que, en 1903, pensó en reformar la fachada por medio de otro arquitecto: Enric Fatjó i Torras, quien había cogido un gran prestigio. El edificio fue comprado por El Corte Inglés y en 1991 lo derribó para llevar a cabo la última ampliación de los almacenes. El equipo municipal luchó hasta el final para poder conservar una parte de este edificio histórico. Hoy en día se puede apreciar cómo un balcón con 3 arcos sigue en pie.
05. Palau de la Música Catalana
En la calle Sant Pere Més Alt se encuentran las antiguas taquillas donde los visitantes compraban sus entradas para el famoso Palau de la Música Catalana de Barcelona. Aunque en la actualidad estas taquillas ya no se usan, la organización ha querido recordar estos espacios conservándolas. Se puede observar cómo están decoradas con el famoso ‘trencadís’.
06. Casa de la Misericòrdia
En la fachada de lo que antes era La Casa de la Misericòrdia, en Carrer de les Ramalleres, se encuentran dos agujeros que pasan totalmente desapercibidos, pero que tienen una triste historia detrás. Ahí muchos bebés eran abandonados de forma anónima. Se dejaba el bebé en el agujero más grande y se tocaba el timbre para avisar a las monjas. El mecanismo giraba para hacer entrar a la criatura en el edificio. El segundo agujero era una ranura que servía para dejar limosna.
07. Danone
Hace poco más de un siglo, en 1919, Isaac Carasso inventó, en un laboratorio instalado en la planta baja del número 16 del Carrer dels Àngels de Barcelona, el primer yogur industrial del mundo. Un yogur que fue bautizado con el nombre ‘Danone’, en homenaje a su primer hijo Daniel. Detrás de esta marca, está la trepidante historia de un hombre y su familia que tuvieron que huir de guerras y persecuciones, cruzando continentes y océanos, hasta conseguir la paz y estabilidad para construir el imperio empresarial que conocemos hoy en día.
08. Font de Santa Anna
Desde el año 1356 ha sobrevivido a un asedio por mar y se mantuvo en pie tras un terremoto. Desde ser testigo de la expulsión de los judíos hasta proveer agua a miles de personas en plena época de peste. Desde contemplar la construcción de la Sagrada Familia hasta acoger visitantes de una Exposición Universal o de unos Juegos Olímpicos. Esta es la historia de la fuente más antigua de Barcelona.
09. Perot Lo Lladre
Barcelona, a lo largo de su historia, ha tenido infinidad de ilustres habitantes. Pere Rocaguinarda es uno de esos personajes históricos que han creado fama en la ciudad de Barcelona, de ahí que el apodo popular por el cual se le conocía le dé nombre a una calle de la ciudad: Carrer de Perot lo Lladre. Hacia finales del siglo XVI nació la leyenda de uno de los bandoleros más famosos de la ciudad. No precisamente famoso por sus actividades fuera de la ley, sino por haber tenido el honor de que el propio Miguel de Cervantes le otorgara un papel destacado en su obra más importante.
10. Marcas de guerra
Uno de los periodos más importantes de la historia de España fue el estallido de la guerra civil (1936 - 1939). A día de hoy, en muchos puntos de la ciudad aún se pueden encontrar marcas históricas sobre este acontecimiento. Un ejemplo está situado en la Plaça Garriga i Bachs, al lado de la catedral de Barcelona. En esta plaza se puede apreciar, en la fachada de uno de los edificios que la rodean, agujeros de bala que llegan hasta gran altura.
11. Plaça Sant Felip Neri
Uno de los episodios más trágicos de la guerra civil ha dejado huella para siempre en las paredes de la iglesia de Sant Felip Neri: unos profundos agujeros provocados por un bombardeo lanzado por el ejército italiano que, el 30 de enero de 1938, acabó con la vida de 42 personas, la mayoría niños de la escuela que había justo al lado.
12. La huella de Julio César
En la Plaça Nova, donde se encontraba la antigua entrada a Barcelona, está escondida una marca de la legión de Julio César. Y es que la legión cuarta macedónica tuvo un papel destacado no solo en la fundación de la Barcelona romana, sino que además se implicó a fondo en la construcción de la muralla. Quisieron dejar una marca como testigo de ese hecho histórico.
13. La Santa Inquisición
La inquisición se instauró en Barcelona en 1483. El escudo de la Inquisición sigue en el mismo lugar donde se encontraba su sede.
14.1. Plaça Sant Iu
Gran parte de las edificaciones del barrio Gótico están hechas con arenisca de Montjuïc, una roca que tiene como virtud ser perfecta para afilar todo tipo de herramientas cortantes. En la Plaça Sant Iu, en la fachada de la catedral, aún se aprecian profundos surcos fruto de esta práctica.
14.2. Plaça Sant Iu
En esta misma plaza, se encuentran en la fachada del Palau del Lloctinent diferentes inscripciones hebreas. Son antiguas lápidas judías, las cuales pertenecían al cementerio de Montjuïc. Con la expulsión de los judíos, se aprovechó el material para otras construcciones.
14.3. Plaça Sant Iu
En dirección a la Plaça del Rei, a la altura de un tercer piso, nos encontramos con una puerta, que en la actualidad da al vacío. Esta puerta estaba conectada a un puente que se dirigía al palacio real mayor. Permitía que los reyes pasaran del palacio a la catedral sin juntarse con el pueblo.
15.1. Plaça del Rei
En las escaleras de esta plaza fueron testigos del recibimiento por parte de los Reyes Católicos a Cristóbal Colón después de su viaje a América. Su primer destino fue Lisboa. Allí rechazó la invitación de Juan II de Portugal. Partió de Lisboa y desembarcó en el puerto de Palos de la Frontera el 15 de marzo de 1493. A su llegada envió cartas a los Reyes Católicos para contarles el descubrimiento y el 21 de abril de ese mismo año recibieron al famoso descubridor en la plaza.
15.2. Plaça del Rei
Por otro lado, tenemos un pilar semiredondo que sobresale de la pared. En su cima, se inmovilizaban y exponían durante unos días a los condenados por crímenes leves, que recibían todo tipo de burlas por parte de los ciudadanos. Esta construcción es conocida como ‘el pilar de la vergüenza pública’. Con este castigo, las autoridades pretendían demostrar al pueblo cómo acababan quienes se salían del sistema.
15.3. Plaça del Rei
Barcelona, debido a su gran fama en todo el mundo, tenía su propio verdugo. Como sus labores no eran muy agradables, la gente lo evitaba a toda costa. Por ello, el Consell de Cent (algo así como el ayuntamiento de la época) decidió facilitar una pequeña vivienda en la mismísima plaza donde se realizaban las ejecuciones.
16. Las columnas de Troya
Es impresionante saber que las columnas que dan la entrada al Palau de la Generalitat vienen de la mismísima Troya. Las columnas fueron encargadas por la ciudad de Tarraco (actual Tarragona) para construir el Templo de Augusto. Con la caída del Imperio romano, las columnas se utilizaron para la construcción de la iglesia de Sant Pere de Sescelades. Con el paso del tiempo, las columnas abandonaron poco a poco la iglesia y muchas fueron objetivo de otros edificios. Fue Pere Blai, arquitecto renacentista, quien se trajo cuatro de esas columnas para su construcción de la fachada de la Generalitat.