Nada es como lo vemos, todo es diferente, todo se adapta, todo evoluciona y todo se distorsiona ante nuestra realidad. Realidad que creamos a diario, vivimos cada minuto y en ocasiones buscamos transformar como defensa personal. Inmaduro, narcisista, maduro o psicótico, mil y un formas de nombrar ese reflejo, ese razonamiento o esa simple respuesta, cuando buscamos creer que nuestra realidad es lo que habita en nuestros sueños.