MIEDO

Este proyecto retoma partes de mis experiencias personales con respecto al miedo, ya que esta emoción inspira sensaciones y reflexiones que se desencadenan en la producción de personajes que hablan de él como una parte fundamental de los procesos humanos y que aparece en la vida cotidiana. El ejercicio de interiorización desencadena incógnitas como ¿Está el miedo presente en todas las etapas de la vida? ¿Cuales son los miedos más fuertes que orientan mi vida? ¿Que me hace sentir vulnerable o frágil? ¿Cómo lucho contra ellos?. Estas incógnitas alimentan la curiosidad, un pilar fundamental para la creación. Encontré en el maquillaje artístico un medio para dar respuesta a mis cuestionamientos sobre el miedo, a través del desahogo de aquellas emociones que a veces son suprimidas y en este proyecto una excusa para crear un personaje, partiendo de un proceso de autoanálisis.

Miedo al rechazo

El miedo al rechazo no habla únicamente del rechazo externo sino de cómo podemos sentirnos rechazados por nosotros mismos. Es hijo de la humillación, quien desde pequeño lo maltrató mucho psicológicamente, generando en él bastantes inseguridades que esconde y enmascara atacando a su huésped: lo avergüenza, lo hace sentir mal consigo mismo, lo observa desde lo negativo y trata siempre de humillarlo y lastimarlo como hicieron con él. El maltrato de su mamá generó en él baja autoestima, por lo que constantemente se autolesiona: Se arrancó el cabello, no come bien porque prefiere alimentarse de las derrotas de otros, tiene garras y dientes afilados listos para lastimar. Este ser desarrolló muchos ojos que se encargan de ver los errores, haciéndolo sentir inseguro y desconfiado de sí mismo, muchas veces el huésped se llena de desesperanza y cree que no logrará lo que se propone.

Miedo a la soledad

La soledad es una señora que se alimenta de personas. Su organismo no está hecho para procesar esto, así que cada vez que se va comer una nueva víctima debe expulsar la anterior, su cuerpo hace esto mediante un proceso doloroso que comienza con un tumor con la forma de la víctima que se va desgarrando hasta salir de su cuerpo. Para cazar se aprovecha de la vulnerabilidad de su presa, la seduce y atrae con su olor para luego abrazarla con fuerza y comersela a través de su pequeña boca. Su contextura es delgada porque sus víctimas abandonan su cuerpo. Es alta, no se sabe tanto; su piel es blanca y suave, siempre fría y tiene un vacío en el pecho, provocado por el abandono de los seres que más amaba y que trata de llenar con sus víctimas.

Miedo al fracaso

Es hijo de la depresión por lo que creció en un entorno de desesperanza y tristeza, tenía sueños que no se terminaron dando y se siente fracasado. Sus emociones negativas derriten su piel. Su ánimo siempre está bajo y trata de asustar a su huésped, lo hace sentir inseguro con cada derrota, porque puede que la vida de este se termine evaporando en la tristeza absoluta de no estar conforme consigo mismo, sus logros y el sentido de su vida.

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@heidym.acevedo